No debería estar pero ahí está. Haciéndome compañía, distante, cerca, fría. Quisiera volver a estar ahí, y me pongo a pensar en los lindos momentos, y los momentos horribles los aparto, los dejo a un lado, cómo una página aparte. Página del libro que me salteo, no quiero re- leerla, pero también ahí está.
La nostalgia a veces es la mejor compañera, y como dice un gran no-amigo mío, las malas compañías son las mejores. Pero las buenas compañías también son las mejores.
Me prefiero a mí, a mis libros, a mi amante, a mis perros, y a mis gatos. A mis pinceles, a mi cámara (que no es mía, aunque lo es desde hace algún tiempo), a mis acuarelas.
Todo es mejor que la nostalgia. Ella me condiciona a estar en algún momento que no es el presente, y siempre debo estar en el presente. Viviendo el hoy. El ahora.
A veces me cuesta comprender cómo dejamos pasar el tiempo sin hacer nada, estando tirados en una cama, sin disfrutar los minutos que se van y no vuelven. Y el tiempo pasa. Maldito tiempo, ¿quién lo inventó?, seguramente un tristemente fracasado. No quiero más ruidos de relojes, no quiero más pensar en mañana, en el mes que viene, en qué pasará conmigo el año que viene.
Me prefiero sin saber nada, ignorando todo lo que pasa, ignorando el tiempo y el espacio. Obvio, no me puedo desenchufar. También estoy ahí, en la realidad.
Es una mierda el tiempo, me gustaría que nada más dependa del tiempo..Pero bueno..
ResponderEliminarTengo que agregar que me sentí muy tocada en la parte de "A veces me cuesta comprender cómo dejamos pasar el tiempo sin hacer nada, estando tirados en una cama, sin disfrutar los minutos que se van y no vuelven" es verdad, me siento mal, pero bueno, algo habrá que empezar a hacer..
Muy lindo..