F e a r ♣

Los miedos los tenemos todos. Algunos tenemos miedo a ciertos insectos, a personas, a la oscuridad, a la luz, etcétera.
Pero, ¿qué pasa cuándo tenemos miedo a liberarnos?. Gritar nuestros pensamientos y formas, que todos lo sepan. Qué importa quién me escuche! ¿qué me importa?.
Pero el miedo a la libertad de expresión es demasiado grande. Porque si decís lo que pensás, estando en contra de algo, por ejemplo, del gobierno; uno tiene la idea clara que algo le puede llegar a pasar.
Pero.. ¿no es más reconfortante morir con la idea de que uno fue lo que realmente era? Diciendo sin problemas lo que piensa, sin importarle que pensarán los demás.


Prefiero que me maten.
Pefiero que me maten y torturen y seguir gritando mi opinión. Aunque, quien sabe, tal vez un día la rueda se de vuelta.
El miedo va más alla de la verguenza, de la intimidación, el miedo es miedo. No hay otra palabra para definirlo.
Las personas nos basamos en los miedos que tenemos.