Yo quiero ver muchos más delirantes por ahí...

Hoy es un día conmemorativo. Por esto, quisiera empezar diciendo que no hay que mirar para otro lado, ni desinteresarse. Hay que tomarselo como debería, reflexionando sobre el tema. Es nuestra historia, es nuestro recuerdo, nuestro dolor como argentinos. Y me parece mal la gente que poco le importa, que poco se informa. Es importante para comprender las cosas del presente, conocer las cosas que nos han sucedido en el pasado. La historia tiene secuelas en el hoy, en donde estamos viviendo, como estamos viviendo y porque lo estamos haciendo.
Más allá del tema, que siempre me tocó muchísimo el alma y el cuerpo; voy a hablar un poco de mí. Últimamente estoy bien, pero no totalmente. Estoy bien y punto, aunque sé que podría estar mejor. Para mí, la semana pasada comenzó todo otra vez, la peor parte es levantarme temprano. Y ahora, cuando me pongo a pensar en el mundo siguiente que comienza el año que viene, en la incertidumbre, en la confusión, no quiero que este año se termine, por eso voy a disfrutarlo como sea.

No estoy como cuando estoy realmente bien, que miro a las personas que caminan y corren, y se pelean, y gritan, o llorar, duermen, juegan, y las amo. Siento afecto por todos pero no ese hermoso sentimiento pasional de amor al ser humano, que es tan parecido a lo que soy yo.
Tengo una sensación de ocupación total, y no quisiera tener esta ocupación, pero nada puedo hacer contra eso más que tomar responsabilidad y aceptarlo. Que fluya.
Siento la transición de las ideas, siento la confusión, aunque eso no me apena. Nada me apena, más bien, estoy... Bien, sin más que agregarle a un bien. No feliz, no re bien, sino... Bien, tranquila. Pensando en todo. Hablando, entendiendo, conociendo un poco más.
Tal vez se trate de esto, de estar así, hasta que encuentre algún punto o una sucesión de puntos.